domingo, 12 de junio de 2011

Madre

Tu sonido agudo me recuerda un parto,
madre hija, hija madre
fruto bendito del sentido y la atracción,
bendecida por el padre, fruto del amor.

Quieta y callada como hoja seca,
te fecunda un sol naciente de septiembre.

Eres luz del fuego y destello de soledad,
un pasado pasajero y presente complejo
lloras silencio y cantas sonrisas,
nos buscas en secreto para protegernos.

Única y silenciosa, callada y misteriosa
Dios te dio el don de saber callar,
cantas en silencio lloras dentro de ti.
el mundo un laberinto, cornisa perpetua.

Si pudiera dar mi sangre como gladiador.
solo la derramaría por ti,
tu vales mi esfuerzo, tu vales mi llanto
tu vales el golpe que me inquieta y lo soporto por ti.

Un amor sin barreras, un amor del cielo
de perfumes de rosas, de violines y violonchelos
un amor de amor, puro, ilimitado y sincero.

De tu mano un sueño, de tu piel y tu voz,
tu bendición me acompaña como respiración.

Te amo con nostalgia me hiciste así,
quizá soy tuyo y por eso me entiendes
pero si lees esto, donde estés,
quiero que sepas que te amo.

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