Hechicera

A veces él recuerda como camina y habla de ella bajo cada razgo de su pisar, acompañado de su humo y su cerveza, en medio de su soledad es asombrosamente colectivo con su talento mantiene a todos bajo el hilo de su conversación, se arregla el cabello despeinado toma un poco y continúa, cuenta las mil historias que ella produce y donde él nunca participará.

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Se convence de querer estar solo, dice que ha aprendido a sacar provecho de su soledad, miente, engaña, tima y es generosamente manipulador, continúa su fiesta mientras piensa en ella, la ve llegar de lejos y sus bromas comienzan a mejorar, nadie entiende el fondo, todos forman parte de su actuar, ríen al unísono y esperan que el siguiente suspiro no interrumpa su pensar.

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Ellas bailan y lo seducen, lo embriagan de besos intuyen su deseo y colman su espacio, gitanas de amor, gitano de afecto se rozan y convergen en el mismo lugar, sus manos la esperan su pecho la extraña, ellas lo hacen viajar, el les invita tragos dobles de nostalgia, prueban orgías de sabores, el alcohol lo desinhibe no teme a vivir, no teme a olvidar.

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La noche se diluye y en aquel bendito momento se eclipsan sus miradas, siente el miedo de un amor viejo, un amor amor, su mano tiembla cual éxtasis en su garganta, me saluda queriendo evitar el momento, pero su aroma invade su cien, recorre su cuello y lo hace sudar.

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Fenómeno indiscreto que aturde todo, es difícil cifrar su mirada vacía, ella vacila entre beber o bailar, agita su vientre esperando alguna señal, frívolo como la muerte se levanta, camina hacia ella, la muerde impaciente se come sus labios la siente vibrar.

Hechicera y mago se olvidan del mundo, olvidan sus puertos, horizonte, todo y deciden caminar.