Tengo ganas de salir y caminar sin rumbo fijo, es el recuerdo de aquel espacio vacío, esa sonrisa que se pasa por tu mente y te hace sonreír, te revive, caminar hacia tu almohada, somos tan poco como para perder el tiempo en adornarnos, la vida se acorta, mis sueños envejecen y tú sigues ahí clavada en medio de mi reflexión eterna, seré solo un ave que te acompaña por estos aires de melancolía...
Cuando me vaya será en silencio, alistaré mi espacio, seguramente mi soledad me extrañará sin remedio alguno, finalmente le haré falta igual que a ti y tú a él.
Recogeré mis versos fortuitos, mi calamidad se chorreará en mis venas, te veré de lejos solitario entre la multitud, quizá por mi egoísmo tal vez por el de ellos, quiero ser acompañado por un sonido hueco de guitarra y un vino frío, la sierra me llama.
Tengo ganas de salir, caminar hacia lo indescriptible, entregarte aquello que me llevo de ti, total la vida es un suspiro de emociones radiantes, ecos y amores rotos, pero es vida al igual que la rosa tierna, dulce y frágil pero con espinas.
Escribo aquí como un secreto a voces, busco el anonimato público, saber que se puede existir en más que el papel, mi soledad me llena y me vacía a la vez, camino con ella a cuestas; es pasajera de mi espalda, autora de mis versos y cliente de mi recuerdos.
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