En medio del silencio y la oscuridad un eco de guitarra irrumpe como tornado, abre ideas, sopla recuerdos, rompe llantos, arrasa, golpea, duele y libera.
De estar pendiente llevo un siglo, tu susurro me levanta irreverentemente, me interrumpe, me pone atento, mis pies se agitan al vaivén de mis ideas, las caricias flotan al igual que mis pesares.
La noche se hizo una insólita mañana, me gustaría hacer maletas abrir aquella vieja puerta la única que nunca ha tenido llave alguna, discretamente libre y temerosa como para chillar entre cada entrada por temor a su partida.
Será que el amor es solo una sensación estable de bienestar?, así como la luna se hace sol y sus rayos generan vida, yo me haré dolor de día para que la hora que me toque ser luna ser libre, nostálgico y naturalmente feliz.
Viernes 5.50 a.m (amaneciendo)