después del vino y el sabor de la noche
sin perfume y sin brillo en los ojos
a solas, sin ninguna compañía.
No tengo elección alguna,
me reprocho y me acepto a mi manera
no llevo a nadie de mi mano triste
no dejo lazos entre días de sol de hoguera.
De las risas falsas y olor a vainilla
de grandes escotes y poca cabeza
oraciones llenas de verbos
y sin sustantivos que terminen su labor.
Con el vaivén de los tragos se burlan los dioses
fichas rotas de una partida ya perdida
imágenes ficticias de un proyecto fingido
me fue tanto tiempo mezquinado
que hoy aborrezco toda muestra de amor.
Queriendo ver la luna, me cegó el sol...
Hoy soy un desierto, no ofrezco nada,
mi compuesto de agua se secó
mis palabras tienen espinas
y mi corazón simplemente se rindió.
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