domingo, 18 de septiembre de 2011

Mística razón

Calmar la fuerza del enojo, calmar la marea.

Vivir el tiempo de la espera, tranquilizar los vientos
bailar al son de las expectativas de tu antojo
invadir el aire con tu sabor a incienso
para solo así llenar los aires de viento rojo, sabor a ti.

Que me lleve el tiempo y me condene eterno
al cideral viaje del humo de tu cigarrillo,
humo ajeno, cometa fugaz de mis deseos
en labios ajenos, pulmón tan amplio y corazón sencillo.

La vida que va al ritmo de las decisiones,
decisiones de un corazón en guerra
guerra vana, incompleta, que armadas de razones
fundadas por tirano celo que el hombre aferra.



//Conversación de una madrugada, gracias a Abdul por la tinta y el cigarrillo.//

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