Llega el día y con él las responsabilidades,
El día es caluroso -típica tarde guayaquileña- la gente se apresura para terminar sus labores, como queriendo ganarle una carrera al tiempo, una labor incesante por acelerar el mañana, una carrera en pausa, una caída sin distancia.
El día es caluroso y yo sonrío, trato de fumar menos y vivir más, se que el humo juega con mis latidos y no me revelo, simplemente sonrío! Voy sin gel para despeinarme, el traje rosa no combina con mi alma informal, mi sonrisa soborna a mi pensar, río recordando lo que haré después, río mirando sin parpadear.
El tiempo pasa y como siempre el tiempo, tan irreverente a las canas hoy nos da una sed de juventud, hoy nos da un motivo para dudar, la tranquilidad de una labor bien hecha, el stres de un proyecto conseguido, la frialdad de un negocio, el valor de un desafio.
Cae el sol y con el un llanto, se entristece el universo, se preguntan por tu canto, dulce voz de un fino rezo.
Cae la noche y llega tu mirada, tan despiadadamente segura, rondas mis noches y mis quebradas, mi trabajo y mi locura.
Cae la noche y llega tu mirada, tan despiadadamente segura, rondas mis noches y mis quebradas, mi trabajo y mi locura.
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